Una cuarcita dura legítima que presenta asombrosas historias geológicas a través de sus vetas y movimientos característicos.
La naturaleza le dio a la Cuarcita de los Andes fuertes poderes encantadores para inspirar a quienes se atrevan a descifrar los fenómenos dibujados impecablemente por la Madre Tierra, con su formación de trozos de color marrón oscuro y negro sobre cristales de color blanco lechoso y gris claro, junto con un eventual tono dorado.
La durabilidad y grandiosidad que solo la naturaleza puede crear.