Mármol, el amor de Michelangelo

No cabe duda de que el mármol que lleva su nombre es la elección perfecta para que tu proyecto resuene en la eternidad.

«¡Yo solamente saqué de la piedra de mármol todo lo que no era David!»

Esta fue la respuesta de Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni, o simplemente Michelangelo (1475-1564) a Leonardo da Vinci, en 1503, después de que se le preguntó sobre la perfección de la escultura más famosa del mundo.

Abandonado durante casi cuatro décadas en la parte trasera de la Catedral de Santa María del Fiore, se encontraba un enorme bloque de mármol blanco, que pesaba más de cinco toneladas. Después de años de cortar la piedra, varios artistas abandonaron el trabajo, pero el joven Miguel Ángel de 26 años, en solo dos años, transformaría el bloque en la estatua de 5,17 metros de altura, que ahora se exhibe en el Galería de la Academia de Bellas Artes de Florencia, Italia.

Davi
Davi tallado por Michelangelo.

Al igual que cuando nos enamoramos, Michelangelo cambiaba por completo en lo que respecta a la escultura. Estaba absolutamente alucinado con sus producciones cuando iniciaba un trabajo, hasta el punto de casi no dormir, no cambiarse de ropa y raras veces comía. Su pasión era la escultura de mármol.

El artista se dirigió directamente a las canteras de mármol blanco de Carrara. para elegir los bloques en los que esculpiría sus obras de arte más famosas, como la Pietá, que se encuentra en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. En 1517, por ejemplo, subió al Monte Alto, en la Toscana, para explorar el mármol blanco que había allí.

La figura aparentemente estática adquiere pleno movimiento, una de las señas de identidad del estilo del maestro renacentista. Además, las expresiones de las figuras reflejan sus sentimientos.

Fuerza. Belleza. Resistencia. Amor. Pasión. Exclusividad. Imponente.

Todas estas palabras describen las esculturas centenarias de Michelangelo.

Michelangelo prime
Mármol duro «Michelangelo Prime» de Zucchi.

Y también al mármol duro, Michelangelo Prime, de Zucchi.

Durante más de 500 años, el mundo ha estado encantado con las obras del artista italiano. No cabe duda de que el mármol que lleva su nombre es la elección perfecta para que tu proyecto resuene en la eternidad.